anécdota perforada 1

 


Con las manos supuestamente perforadas pienso como contar la anécdota  que me contó un anciano brasileño. Lo intento. Es preciso que les avise de que, debido a.las perforaciones que sufren las manos, es posible que algunos detalles caigan en el olvido (en el olvido). 


Esta es la historia de un niño que no quería que se olvidasen de él... ese niño podría ser cualquiera de ustedes. la historia comienza de la siguiente forma: en Ciudad de Dios luchan por que se les reconozca. Evidentemente  el niño del que hablamos tambien luchaba por ello. En ciudad De dios todo es muy complicado y perverso, y no es que en otras partes del mundo no lo sea, pero tendrían que estar allí para vivir esa perversion. no vamos a hablar de narcotrafico ni de muertes,sino de un niño que no queria que se olvidasen de él.Esta es su historia. y lo anterior ha servido como contexto. 


Bien. Dicho niño no tenía pelo ni dientes. Con 13 años se supone un crecimiento significante, mas lo curioso de este niño era su pequeñez, su involución. Tenia callos en las manos y en los pies, y un mal humor repelente.   Vagaba con una pistola sin carga por las calles. Como no tenia dientes, muchas veces los restos de la comida que ingeria  se secaban. debajo de su labio inferior y en las comisuras. Había poca posibilidad de limpiarse, por lo que les dejo a ustedes imaginarse su hedor. Su nombre nadie lo conocia, porque entonces nadie se juntaba con él, las unicas personas con las que hablaba era su madre que era puta y un cincuentón calvo y quemado que tenia un criadero de gallinas, al que el.niño acudía con frecuencia. 


Los dias en Ciudad de dios pasan mas rapidos o mas lentos según quién seas. Si eres turista o visitante, los dias  son muy lentos y calurosos. Si eresbun 

chabolista, los dias pasan muy rapid0,  especialmente porque de algua forma siemore te persigue la muerte, y no hay otro remedio que vivir subitamente, porque puedes fallecer de la misma fofma. El niño era un chabolista y le atormentaba  la idea de la muerte, y no porque la muerte significase dejar de vivir, porque los niños de ciudad de Dios una vez cumolen 10 años desarrollan pensamkentos suicifas y la muette poco les asusta, sino mas bien porque su madre siemore le dijo que a quien después de muerto no olvidan, siempre vive.  El niño, entonces, supo que con su muerte física, moriría  para siempre. 


Sin embargo volvamos a las gallinas. Como dije este niño era un aficionado y pasaba muchi tiempo con ellas. Las alimentaba y las mataba para alimentarse.  Sus uñas estaban pintadas de vísceras, y sus dientes de asesinato. Una vez devoraba la gallina que su vieji amigo el criador de gallinas cocinó, cogía su pistola y merodeaba por los estrechos y pestilentes callejones de la maltratada Ciudad de dios. Al niño lo que le gustaba era pasarse por la casa de Alinha, un miembro de Comando Vermelho. Alinha era el afrobrasieleño mas rico de la zona y tenia la –buena o mala– fama de traer a muchas mujeres a casa. ... Putas, viudas, niñas, turistas, hijas de amigos o desconocidas. Al niño lo qje le gustaba era subir al tejado de enfrente, sentarse y mirar por la ventana los coños viejos, depilados, pequeños, sudorosos, peludos, jóvenes, candidiásicos, extranjeros, alquilados, cansados, mojados, sidosos, apestosos, morados o rojos.  El niño tenia en su estomago una gallina y se pasaba la tarde mirando como se follaba un coño hasta que un día ese coño que se follaban era el de su madre.  Ese dia el niño corrió hasta el criadero de gallinas, cogió unas tijeras y marcho con la misma velocidad de vuelta al tejado. Se coló de forma tan rápida que nadie se enteró: en primer lugar por su pequeñez y en segundo por su rapidez. A veces las cosas salen mejor cyando no las planeas. El niño siguió los aberrantes gemidos de placer y caminó hasta su destino. vio los glúteos de Alinha contrayéndose  mientras embestía contra ese coño maternal y la rabia le infló los mofletes y le pintó lod ojos de rojo. Cogió las tijeras  y, pasando aún desapercibido, primero se las clavó en la espalda a Alinha, por lo queblo inmovilizó y cayó encima de su madre. Luego, sin saber myy bien cómo, le giró sobre su propio cuerpo, agarró con hastío el repugnante y endurecido miembro de Alinha, le escuchó gemir –esta vez.de dolor– y sin oensarlo, cortó su miembro. Las tijeras, hechas para rebanar los tendones de las gsllinas, no necesitaron demasiado esfuerzo para desmembrar a su enemigo. La abundancia de sangre le brindó mareos, de pronto, cualquier estimulo era demasiado: pudo distinguir 4 olores muy penetrantes y muy diferentes, que en orden de llegada eran los siguientes: el sudor de Alinha, el olor de su madre, el olor de los muelles desgastados del colchon putrefacto y el suyo propio, que lo encontró asqueroso. Cerró los ojos en un fallido intento de escapar tremenda fetidez, y cyando los abrió se arrepintió. Una piscina de sangre inundaba el suelo, el colchon. su madre observaba petrificada La escena, con las piernas aun abiertas, el coño bien caliente y dos billetes de 10 CDD en la mano. Era una obra pictórica terrorifica, pero lo peor se encontraba en las manos del niño: el miembro palpitante y despellejado en su mano qud no habia cortado ni la mitad, pero sí lo suficiente como para asegurarle una muerte por hemorragia a Alinha, que aún respiraba. 


–Mãe, vamos 


Se le escuchó decir. 


– Olha o que voce fiz!


Replicó la madre. Asustada y enfsdada. Se levantó de la cama, vistió su vestido, cogió todo lo que le quedaba a Alinha en su cartera e ignoró sus delirios. 


–Doi muito ? 


Le preguntó la madre a Alinha , que asintió y el niño comenzó a escuchar un pitido en su oreja izquierda.  Pensó que era la policia pero luego recordó que se sabía de memoria su sirena, y el sonido que escuchaba no era el de una sirena de policia. 


-Vamos (le dijo la madre), me dê a tesoura (y el niño le dio las tijeras). 


Desde ese moment9, ese niño que no tenia nombre pasó a llamarse Tesourinha c(como el futbolista). 


Con el tiempo se dieron cuenta de que su madre ocultó  a Tesourinha   de cualquier cosa que pudiera ponerles en el foco y La existencia de ese niño ""Tesourinha" se convirtió en una leyenda urbana. De esa forma, Tesourinha podia seguir comiendo gallinas sin famas ni secuelas pero tuvo que buscarse otro pasatiempo que no fuese mirar cómo delicuentes se follaban chochos.  Tenía 16 años cuando  empezó a asistir a protestas en contra de la violencia policial. De modo que su rutina se basaba en engullir una gallina y organizar protestas . Encontró en esa lucha a amigos como Douglas, Leite y Dos Santos. El primero cojo, el segundo medio ciego y el tercero medio tonto. Tesourinha era "medio-real", porque aunque les garantizaba que aquello que escucharon no era una leyenda urbana, los amigos pensaban que Tesourinha era un poco fantasma.  Los dias pasaban rapido y Tesourinha los pasaba con sus amigos. Dejó de engullir gallinas porque los del comité organizaban comidas.  Con el tiempo, pensó que tal vez en estos momentos, sí valía la pena morirse.  De nuevo Los dias pasaban tan rapido que un dia Tesourinha cumplió 31 y, en vez de celebrar su cumpleaños, tuvo que atender el entierro de su madre. Causa de muerte: resfriado común (debido a la debilitación inmunológica por el sida).   El criador de gallinas no asistió al entierro y mas tarde le dijeron que murió apuñalado 3 meses antes de la muerte de su madre.  El corazón de Tesourinha cads vez se hacia mas pequeño.  


Los días se volvieron más lentos que los de los turistas.  Tesourinha recordaba a su madre y al criador con frencuencia para mantenerlos vivos, hasta que se dio cuenta de. que mantenerlos vivos en su mente le estaba matando.  Tesourinha habría muerto de tristeza un año mas tarde en su casa.

Debajo de su lecho, encontraron unas tijeras ensangrentadas. Desde ese momento, la figura de Tesourinha se convirtió en un ejemplo de valentia.  Se le recordó por años y Se dice que , a medida que más personas conocen esta historia,  más  años de vida se le suman a Tesourinha .


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