Tartamudeo en tu pobre oído o La canción más triste del mundo
Incinerando cuerpos y cuerpos, explico con las manos en alto y el torso en fuego Que si me estoy quemando yo es porque lo prefiero. Que no tuve nada nunca, mas que mi vida, y ni siquiera la quería Que detrás de estas pestañas se esconde alguien que está agotado, que heredó un idealismo suicida paterno Y lucha todos los días por no coger una botella de cristal. La primera ceniza de todos los tiempos fue humana, y las siguientes no son más que una imitación que, diáfana, te cuenta historias y una vida, la tuya, pero no quieres escuchar. Temblaban los mundos si me hablabas de paz y yo, inocente siempre, asentía Te vi en un altar y al día siguiente te quise matar. Habían arañazos y diste un portazo y empecé a preguntarme quién eras. Bebiendo agua ras, riendo sin parar, confundiendo la ketamina, estornudando speed. Cientos de personas quieren ser como tú y yo rezo y recé por tener otra vida donde no te conociese Calamidades llamaba yo a tus te quieros . Con ojos negros, ...